El fin de semana más importante de la temporada hípica de Arabia Saudita, sin duda alguna, tiene lugar desde el año pasado en la tercera semana de febrero, cuando se realiza el programa de la Saudi Cup. Si bien en 2020 se produjo un espectáculo llamativo, el desarrollo de aquel programa inaugural atrajo una mayor atención del mundo hípico internacional, que se hizo presente este fin de semana pasado en Riyadh, para darle un colorido muy especial a la reunión de carreras que presentó a la prueba más rica del mundo, la II Saudi Cup, con sus veinte millones de dólares a repartir. El programa, constituido de ocho pruebas a disputarse, se estructuró en tres partes, claramente diferenciables. Así, la primera parte se conformó con un trío de carreras a correrse sobre la novedosa pista de grama del hipódromo King Abdulaziz, apenas inaugurada el año pasado. La segunda parte, con sólo dos pruebas en disputa, ahora sobre la pista principal del hipódromo, se concentró en la caballada local. Y la tercera parte del programa, continuando la competencia sobre la pista de arena, dio lugar a las competencias más esperadas en occidente, entre las que se incluyeron el Saudi Derby ($1,500,000) y la anhelada Saudi Cup ($20,000,000). Para los lotes internacionales, las distancias variaron entre los 1200m y los 3000m, dando oportunidad a los sprinters, a los ejemplares de media distancia y a los fondistas. Todo arrancó a las 4:00 pm en horario local, cuando aún había resabios del día lluvioso que había sucedido en Riyadh. El primer evento fue la Neom Turf Cup (2100m, $1,000,000), con un lote de 12 ejemplares americanos y europeos, aunque nueve de ellos entrenados en Arabia Saudita y Dubai. Pese a ello, el ganador, True Self (Osacr) vino de fuera, desde Irlanda, y su escolta vino de USA, el campeón gramero Channel Maker (English Channel). La prueba tuvo un gran rebote noticioso porque el ganador fue guiado por la celebrada jineta inglesa Hollie Doyle, premiada en el Reino Unido, que pudo demostrar sus dotes ante una audiencia mundial.  Williams Peter Mullins fue el entrenador que trajo a competir a True Self, un trotamundos con campaña y triunfos en Inglaterra, Irlanda, Australia y Hong Kong, incluyendo un par de triunfos de grado en Australia. La acción en la grama siguió con un evento exclusivo para sprinters, la 1351 Turf Sprint (1351m, $1,000,000), cuya rara distancia parece tener que ver con el patrocinante. Allí destacó otro ejemplar irlandés, Space Blues (Dubawi), un consistente corredor de Godolphin, ganador G1 en Francia y G2 en Inglaterra, que hizo valer sus créditos, de la mano del “oficial” William Buick y bajo el entrenamiento de Charles Appleby. Finalmente, la primera parte del programa propuesto por la organización árabe, fue el Red Sea Turf H. (3000m, $2,500,000), el cotejo mejor rentado en la grama, exclusivo para fondistas, contrariando la costumbre occidental. Acá, en la segunda prueba mejor premiada del día, volvió a vencer un representante de la jerarquía de Dubai. Otra vez la chaquetilla azul de Godolphin cruzó primero la meta, en este caso, llevada por el tercer ejemplar irlandés vencedor consecutivamente: Gifts of Gold (Invincible Spirit). Éste, un entrenado del histórico trainer de Godlphin, Saeed bin Suroor, logró el primer triunfo selectivo de su campaña, llevando en su silla al efectivo Pat Cosgrave. Concluyó entonces la actividad gramera con dominio pleno para los ejemplares nacidos en Irlanda y, entre los propietarios, sin dudas, resaltando Godolphin con sus dos triunfos. Visita este enlace y descubre todo lo que DRF tiene para ti La parte del programa dedicado a la localía, centro de la propuesta, significó un descanso para los eventos internacionales y el inicio de la actividad sobre la pista de arena, el trayecto principal del King Abdulaziz. Se inició con el Jockey Club Local H. (1800m, $1,000,000), exclusivo para ejemplares que se entrenan en Arabia Saudita únicamente, sin importar si son nacidos en Arabia o si son importados. Acá se impuso uno de los principales corredores locales de la actualidad en King Abdulaziz, el castaño Albathaly (Macho Macho) que, cargando 62 kilos, el máximo hándicap de la carrera, trajo alegría a los de casa con un galope de cuatro cuerpo y medio, bajo la conducción de su jinete habitual, el panameño Wigberto Ramos, y con el entrenamiento del destacado trainer del patio Fahad Saad. Luego se desarrolló el Obaiya Arabian Classic (2000m, $2,000,000), una importante carrera, exclusiva para ejemplares de la raza árabe. Como era de esperarse, el ganador Mubasher Alkalediah (Laith Alkhalediah) lució su pelaje moro. Es más, los tres primeros lugares fueron ocupados por un trío de vistosos tordillos árabes, que llegaron a la meta bien diferenciados del resto del lote. El ganador dejó marca de 2:16.44 para los dos kilómetros. Se inició entonces el remate de la jornada. Aparecieron en escena los potros que se disputarían el Saudi Derby (1600m, $1,500,000). Entre los doce competidores estuvieron ejemplares irlandeses en su mayoría, además de un estadounidense, un francés, un japonés y dos nacidos en Arabia Saudita. Sorprendió, con una llamativa actuación, el japonés Pink Kamehameha (Leontes), contando con una excepcional conducción del nipón Keita Tosaki, logrando contener la arremetida final del estadounidense Cowan (Kantharos), que superando una mala partida cayó con honores a sólo tres cuartos de cuerpo. Los japoneses coparían la escena de nuevo en la antesala inmediata de la prueba más rica del mundo, cuando en cerrada llegada, dos de sus pupilos ocuparan los dos primeros lugares en el Riyadh Dirt Sprint (1200m, $1,500,000). De nuevo, se vio aquí lucir sus dotes al joven Keita Tosaki, pero esta vez le tocó perder en raya cuando parecía tener todo a favor guiando al veloz ganador clásico Matera Sky (Speightstown), nacido en USA, pero entrenado en Japón, que se vio cazado sobre la propia meta por Copano Kicking (Spring at Last), también nacido en USA, pero con toda su campaña en Japón. El ganador, un veterano corredor de seis años que entrena Akira Murayama, fue conducido por William Buick, que obtenía así su segunda victoria en la jornada clásica del King Abdulaziz. Se llegó entonces, tras cincuenta minutos de preparación luego de la carrera de sprinters, al momento de la verdad, la disputa de la II Saudi Cup, escenario nada menos que del esperado enfrentamiento de los rapidísimos Knicks Go (Paynter) y Charlatan (Speightstown), las “estrellas” de la carrera. Como muchos ya sabrán para este momento, ocurrió una lucha fuerte entre los dos representantes de USA, que terminó brindándole la oportunidad de lucimiento al valioso ejemplar irlandés Mishriff (Make Believe), un entrenado del consagrado John Gosden, líder entrenador inglés, que bajo la conducción del joven David Egan, hizo valer su clase y se llevó los $10,000,000 reservados al ganador, para gran alegría de los organizadores, pues el ejemplar defiende las sedas del Príncipe A. A. Faisal, quien tiene lazos familiares con los organizadores. Charlatan cayó como un valiente, dejando por segundo año en fila a Mike Smith con el lugar de escolta en la carrera. El alazán se hizo acreedor a un premio de $3,500,000, mientras que Knicks Go, que se sostuvo cuarto en el orden de llegada será premiado con US$1,500,000. Los premios ofrecidos alcanzan a los 10 primeros lugares, por lo que el moro Sleepy Eyes Todd (Paddy O’Prado), que arribó quinto en buena actuación, recibirá una bolsa de $1,000,000; mientras que Tacitus (Tapit), que había quedado quinto el año pasado, figurando séptimo esta vez obtendrá premio por $500,000. Sin dudas, el espectáculo presentado fue llamativo y con una organización impecable desde nuestra apreciación, pese a los tropezones que, por causa, de la pandemia reinante, hubo, evitándose la llegada de algunos de los jinetes participantes, entre ellos John Velásquez, con montas importantes en los eventos disputados. Además, la premiación de la Saudi Cup es un gran aliciente para asistir, porque sin ser el mejor se puede acceder a una bolsa importante como vimos. Parece que esta cita anual en el King Abdulaziz llegó para quedarse.