Luego de una semana de vigencia, la nueva reglamentación del uso del látigo en California ha generado una cantidad considerable de comentarios negativos por parte de jinetes y gremialistas, quienes perciben esta medida como una exageración. Como es sabido, a partir del 1ro. de octubre los jinetes tienen prohibido utilizar el látigo más de seis veces en carrera, mientras que en los ejercicios no podrán utilizarlo a menos de que se trate de una situación de peligro para el jinete y el purasangre.  Para muchos jinetes, el cambio en cuestión ha resultado difícil, ya que la medida implica entre otras cosas no levantar el látigo por encima del hombro, mientras que el movimiento para pegar debe ser por debajo del brazo, contrario al estilo de la absoluta mayoría. En opinión de algunos profesionales, la reglamentación ha causado la derrota o la mejor figuración de sus ejemplares.  Terry Meyocks, Presidente y CEO del Jockeys' Guild (gremio de los jinetes) no ha ocultado su desacuerdo. "Por más de dos años nos hemos opuesto a este tipo de medidas," dijo. "Hablamos de un problema de seguridad para los jinetes, además de las implicaciones económicas para los entrenadores, propietarios y los aficionados en general." Sin embargo, más allá del natural descontento, la medida tomada en California es distinta a la que se tomó en primera instancia en New Jersey, donde a partir de 2021 simplemente se prohibe el uso del látigo en carreras y ejercicios, salvo situaciones de emergencia. Lamentablemente esto solo intensifica la necesidad de una reglamentación uniforme en la industria hípica norteamericana. No va a resultar fácil para un jinete que monte en New York, por poner un ejemplo, adaptarse a la norma de California, mucho menos a la de New Jersey. Qué puede ocurrir el próximo año, cuando la Breeders' Cup se celebre en Del Mar con la presencia de jinetes locales y extranjeros? La industria hípica en los Estados Unidos ha estado en los últimos años recibiendo el ataque de grupos organizados de activistas cuyas intenciones parecieran apuntar a la eliminación del deporte hípico. Estas personas posiblemente desconozcan su enorme impacto social, siendo la hípica una actividad que genera cientos de miles de empleos directos e indirectos. Aunque no ha habido la necesaria coordinación, se han hecho esfuerzos considerables por corregir y mejorar, que sin duda serían más efectivos si fueran aplicados en todas las jurisdicciones por igual. En un principio es cuestión de reaccionar con sentido común, y no tomando decisiones que a la postre puedan resultar perjudiciales para todos.